IEB Report 1/2014
La balanza fiscal calcula la diferencia entre los gastos que el gobierno central realiza en un territorio y los ingresos scales que obtiene del mismo, diferencia que puede resultar negativa (dé cit) o positiva (superávit). El saldo resultante nos informa del grado de redistribución territorial del presupuesto del gobierno central.
En España existe un debate en torno a la metodología aplicable para el cálculo de dichas balanzas.Académica e internacionalmente, están homologados dos enfoques: el de carga-bene cio y el del ujo monetario. El primero imputa los ingresos al territorio donde residen las personas que nalmente soportan la carga scal y los gastos dónde residen los bene ciarios, independientemente de dónde se produce el servicio público o se realiza la inversión. En cambio, el método del ujo monetario imputa los ingresos al territorio donde se localiza la capacidad económica sometida a gravamen y los gastos al territorio en que éstos se materializan, independientemente del lugar geográ co donde se ubiquen los bene ciarios.
IEB Report 3/2013
No es una novedad, en el debate político/económico de los países desarrollados, que el envejecimiento de la población afecta negativamente la sostenibilidad nanciera de largo plazo de los sistemas de pensiones. Desde nales de la década de 1980, varios organismos internacionales (Banco Mundial, OECD y ONU, entre otros) comenzaron a advertir sobre este problema. Además, propusieron cambios y/o reformas, con el objetivo de dotar de una mayor sostenibilidad nanciera a los sistemas de pensiones existentes amenazados, en aquel momento, por el futuro envejecimiento poblacional. Por ejemplo, expertos de la OCDE, hace más de 20 años ya avanzaron esta problemática:
IEB Report 2/2013
Lawrence Summers, ex Secretario del Tesoro de Estados Unidos y catedrático de Economía en Harvard, ha comparado la evo- lución del sistema scal con el garaje de una familia. Cuando la familia se muda a una nueva casa, el garaje está perfectamente ordenado y los coches de la familia caben sin di cultad. Con el tiempo, la familia empieza a utilizar el garaje para guardar más y más trastos. Hasta que llega un día en que resulta difícil aparcar el coche en el garaje por todos los trastos acumulados y, por tanto, la familia decide deshacerse de todo aquello que no es necesario organizando una especie de mercadillo. Una verdadera reforma scal se parece mucho a estos mercadillos familiares. Si bien las casas y los garajes de España son muy diferentes, y no existe tampoco la costumbre de organizar mercadillos caseros para deshacerse de los trastos inútiles, creemos que este ejemplo es muy ilustrativo de lo que sucede con el sistema scal español. El sistema debe reformarse profundamente. En esto, España no es diferente.
IEB Report 1/2013
La crisis financiera mundial ha golpeado con especial virulencia la economía española, cuya dependencia del sector de la construcción y la proliferación de puestos de trabajo de baja productividad han hecho que la tasa de paro se sitúe ligeramente por encima del 27%. A pesar de ello, no ha sido hasta 2012 que la remuneración nominal por asalariado ha disminuido ligeramente, -0,3% (Banco de España, 2013, Cuadro 1.1), mientras que, a pesar de las noticias sobre la “fuga de cerebros”12y de un incremento notable del número de trabajadores desplazados desde 2007, el porcentaje de trabajadores desplazados se sitúa todavía por debajo de la media-UE (27) (Eurostat).