La sequía es un periodo extenso de tiempo en el cual un territorio sufre una deficiencia en el suministro de agua. Normalmente, la causa principal es la escasez continua de precipitaciones pluviales (sequía meteorológica), que puede comportar, de forma diferida en el tiempo, una insuficiencia de los recursos hídricos (sequía hidrológica) necesarios para cubrir la demanda existente. El “volumen almacenado en los embalses superficiales” o las “aportaciones fluviales a las estaciones de aforo” son algunos de los indicadores más explícitos que recogen el estado hidrológico a través de los diferentes puntos de control establecidos a lo largo del territorio.