· El artículo, realizado por Judit Vall (IEB i CRES-UPF) y Guillem López (CRES-UPF) analiza los efectos del impuesto de bebidas azucaradas sobre las ventas
· Los resultados muestran una reducción del 22% del consumo de las bebidas azucaradas respecto a la situación antes del impuesto, hecho que supone la ingesta de 107 calorías menos por persona y semana
El 1 de mayo de 2017, la Generalitat implementó el impuesto de bebidas azucaradas sobre las ventas y el consumo de estos productos en territorio catalán. Un año después, los investigadores Judit Vall (IEB y CRES-UPF) y Guillem López (CRES-UPF) han presentado el estudio «Impacto del impuesto de las bebidas azucaradas sobre el consumo de estas bebidas en Cataluña«, que analiza cómo ha afectado la taxa a la venta y consumo de este tipo de bebidas. La investigación ha sido también el tema del último número del INFO-IEB.
El informe utiliza datos de una cadea de supermercados que tiene el 10% del mercado de Cataluña, con cerca de 160 tiendas y con presencia en todo el territorio, y muestra como el impuesto ha reducido el consumo de bebidas azucaradas en seis litros por semana, producto y tienda respecto al consumo de bebidas light/cero. Estas cifras suponen una reducción de un 22% comparado con el consumo que había antes de la aplicación del impuesto. El estudio muestra también como una parte de la caída del consumo de bebidas azucaradas se substituye por la compra de bebidas light y cero (en lo que se conoce como «efecto de sustitución»), que aumentan las ventas tras la entrada en vigor del impuesto.
Estos resultados se deben, en parte, a que el aumento de precio llega a superar el 20% para bebidas en botellas grandes, siguiendo las recomendaciones de la OMS para garantizar una reducción significativa y efectiva del impuesto.
«Estos resultados son importantes, ya que hay muchos países que están a punto de introducir impuestos similares, como el Reino Unido, Irlanda o Suráfrica. El estudio puede ayudar a los responsables políticos a tomar decisiones», apuntan los autores, que creen que la aplicación del impuesto puede conllevar mejoras en los resultados de salud a medio y largo plazo.
Reducción de la ingesta de calorías
Los autores extrapolan los resultados a todos los consumidores catalanes de este tipo de bebidas para llegar a la conclusión que el impuesto supone una reducción de 107 calorías por persona y semana. Para hacer este cálculo, utilizan datos de la Encuesta Catalana de Salud sobre el porcentaje de catalanes que consumen bebidas azucaradas (de los 5,5 milions de catalanes de entre 20 y 80 años, el 22% bebía diariamente este tipo de bebidas).
Otro de los apartados del estudio muestra el impacto diferenciado del impuesto según las zonas de Cataluña y qué tipos de consumidores son más sensibles: así, los efectos son mayores en zonas no turísticas y en zonas con una taxa de obesidad más elevada, mientras que los efectos son similares en zonas con rentas familiares más altas y con rentas familiares más bajas.