El segmento del transporte de la electricidad, unánimemente considerado un monopolio natural, es un aspecto clave del buen funcionamiento de la liberalización del conjunto del sector eléctrico. Un sector donde las actividades competitivas se centran en los segmentos de generación y comercialización, cuyo nexo de unión es precisamente el transporte. El transporte de electricidad en alta tensión agrupa un conjunto numeroso de funciones que son separables en dos grandes bloques: