La innovación y las actividades de Investigación y Desarrollo (I+D) son claves para fomentar la productividad y el crecimiento económico de las empresas a largo plazo. Desgraciadamente, las inversiones en I+D empresarial tienden a ser poco óptimas desde un punto de vista social, como consecuencia de ciertas fallas de mercado muy estudiadas por la teoría económica.