La participación de las mujeres en el mercado laboral ha convergido con la de los hombres en numerosas economías con un alto nivel de ingresos en las últimas décadas. Por ejemplo, en la zona euro (según datos de mercado de trabajo de Eurostat), el porcentaje de mujeres empleadas en la población de 20 a 64 años pasó del 54,9% en el año 2000 al 67,2% en 2019, un incremento de 12,3 puntos porcentuales. Durante el mismo período, la misma estadística se mantuvo bastante estable para el caso de los hombres, con un ligero aumento de solo 2 puntos porcentuales. Los datos sobre brechas de género de la OCDE también revelan una reducción de la brecha salarial (expresada como porcentaje de los ingresos medios de los hombres) en los países de la OCDE, del 18,1% en el año 2000, al 12,6% en 2019. Sin embargo, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en las ocupaciones de mayor nivel profesional y mejor pagadas, y sobrerrepresentadas en los trabajos a tiempo parcial y más inseguros.