La estudiante de doctorado del IEB, María Sánchez, ha completado la lectura de su tesis doctoral ‘Essays on Urban Economics’, donde analiza el impacto de la apertura de supermercados sobre el pequeño comercio en las poblaciones españolas de menos de 10.000 habitantes en uno de sus capítulos. Para el análisis, el trabajo recoge los datos disponibles entre los años 2003 y 2011.
El trabajo aporta evidencias en tres consecuencias directas de la apertura de un supermercado: cierre de locales, desplazamiento de la actividad comercial e impacto laboral.
En el primer parámetro, la tesis de Sánchez concluye que cada nueva apertura comporta el cierre de 14 pequeños locales del centro de las poblaciones en los cuatro años posteriores. Esto tiene un impacto directo sobre el segundo aspecto, y es que la mayoría de los supermercados ocupan zonas periféricas. En total, de los 317 nuevos comercios que han entrado en el análisis, 229 se abrieron en la periferia de los municipios, mientras que solo 88 lo hicieron en el centro.
Por otra parte, la apertura de un supermercado supone una media de 27,2 puestos de trabajo perdidos, pero, a la vez, genera 42 nuevos contratos, por lo que acabaría suponiendo 14,28 nuevos trabajos netos en la población.