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La apertura de grandes superficies supone el cierre del 30% de los comercios de alimentación en los siguientes 4 años

 • El estudio del IEB ‘Small shops for sale! The effects of big-box openings on grocery stores’, realizado con el apoyo de RecerCaixa – un programa impulsado por la Obra Social “la Caixa” con la colaboración de la ACUP- evidencia un desplazamiento de una parte de la actividad comercial del centro a la periferia de las poblaciones provocado por la apertura de supermercados.
• La mayor parte de los locales de alimentación que cesan su actividad son sustituidos por negocios de otros sectores.
 
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La investigadora del Instituto de Economía de Barcelona (IEB) de la Universitat de Barcelona (UB), María Sánchez-Vidal, ha publicado el estudio ‘Small shop for sale! The effects of big-box openings on grocery stores’, realizado en el marco del proyecto de investigación impulsado por RecerCaixa, en el que analiza el impacto de la apertura de grandes superficies sobre los pequeños locales de alimentación. Según el trabajo, la aparición de grandes supermercados conlleva la desaparición de hasta el 30% de los negocios del sector en los siguientes cuatro años o, lo que es lo mismo, el cierre de una media de entre 15 y 20 pequeños comercios del sector. El estudio centra su análisis en los casos registrados entre 2003 y 2011 en poblaciones españolas de menos de 10.000 habitantes.
Además del impacto sobre los negocios locales de alimentación, la apertura de una gran superficie también implica un desplazamiento de la actividad comercial en la población. De los 317 supermercados abiertos en las localidades y durante el periodo estudiado, 229 se situaron en la periferia, mientras que solo 88 lo hicieron en el centro del municipio.
Relevo comercial
A pesar del notable impacto que tiene la apertura de una gran superficie sobre los pequeños locales de alimentación, los locales del centro de los municipios no quedan vacíos, ya que entre 10 y 15 de los que cierran son ocupados por negocios de otros sectores. “Los datos muestran como el 60% de las antiguas tiendas de alimentación pasan a ser establecimientos con productos del hogar (muebles, electrodomésticos, textil,…), mientras que el 40% restante queda muy diversificado, con nuevos estancos, quioscos, perfumerías, joyerías, floristerías, etc.”, indica la investigadora.
Competencia directa
El estudio también revela datos sobre los hábitos de consumo de la población, derivados del efecto que tienen determinados supermercados sobre el cierre de los comercios tradicionales. Así, los supermercados convencionales son los que provocan más cierre sobre las pequeñas tiendas de alimentación del centro de las ciudades, mientras que las grandes superficies de marcas blancas tienen un efecto nulo en el cese de actividad.
“Los consumidores están acostumbrados a comprar unos determinados productos y marcas y no es fácil cambiar sus hábitos. Así, los supermercados convencionales parece que compiten directamente con los pequeños establecimientos, ya que venden productos similares reunidos en un mismo local, lo que puede resultar más cómodo para los consumidores”, concluye Sánchez-Vidal.