El sistema fiscal español está altamente desfasado. Creado por el Sr. Fernandez Ordoñez a principios de la democracia, actualmente se aprecia injusto y poco adecuado a las circunstancias actuales.

Es injusto desde el momento que grava las rentas generadas en proporciones muy elevadas pero a partir de límites muy bajos. Castiga las rentas medias, que son su principal sustento, olvidando gravar conceptos que constituyen renta.

Resulta poco adecuado, pues de la generación de recursos tributarios por parte de la Administración Central, tiene que redistribuir los mismos a los auténticos generadores de gasto, como son las Administraciones locales y autonómicas.

También se advierte que es poco adecuado a las circunstancias actuales. La fuerte reducción de rentas de las familias de estos últimos años lleva aparejada una fuerte reducción de los ingresos fiscales, siendo incapaz el sistema de estabilizar los mismos.

En el mismo sentido, después de 25 años trabajando de asesor fiscal, resulta ridículo escuchar temas como “lucha contra el fraude fiscal” y “bolsas de dinero negro”. La inspección de tributos deja muchísimo que desear, y no por cuestiones de que la legislación no sea adecuada, si no por la propia estructura de la inspección.