DESCARGA EL IEB REPORT
· El Instituto de Economía de Barcelona (IEB) analiza el estado de la corrupción en el nuevo IEB Report
· El Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por Transparencia Internacional (TI) sitúa a España en valores de corrupción estables y próximos a la media de la Unión Europea
· El informe analiza el castigo electoral y sitúa sobre un 4% la pérdida de votos de los políticos implicados en casos de corrupción
El Instituto de Economía de Barcelona (IEB) de la Universitat de Barcelona (UB) ha presentado el informe “Corrupción: Magnitud, causas y consecuencias” en el que analiza la percepción de la corrupción en España y las implicaciones sociales, democráticas y económicas que se derivan. El informe cuenta con los datos del Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por el organismo Transparencia Internacional (TI), que muestra cómo la percepción de la corrupción en España entre los expertos sobre la cuestión en el sector público ha crecido 10 puntos durante la crisis. Así, mientras en los años de bonanza económica el índice daba a España una puntuación de 70 (donde 100 indica el nivel más bajo de corrupción), en 2014 el resultado cayó hasta los 60 puntos.
Con estos resultados, España se encuentra en valores estables y próximos a la media de la Unión Europea y Europa Occidental. En comparación con estos países, España ocupa la posición 19 de 32, lejos de los nórdicos (que ocupan las primeras posiciones), pero también de los resultados de Grecia, Italia y Rumanía, donde los ciudadanos consideran la corrupción como un problema sistémico en el país.
Los resultados de España resultan algo peores en las encuestas a la población, como el Eurobarómetro 2013. El informe europeo mostró como el 95% de los españoles consideraba que la corrupción estaba extendida en el país, un porcentaje solo inferior al de Grecia (99%) e Italia (97%) y lejos del 76% de respuestas afirmativas en la Unión Europea. Además, el 63% de la población española encuestada aseguró que la corrupción afectaba personalmente en su vida cotidiana, el mismo porcentaje que Grecia y distante del 26% que marcó la media europea.
Percepción de la corrupción como problema
La situación de crisis económica también ha facilitado la visualización de la corrupción como un problema social. El informe del IEB asegura que la crisis no ha hecho aumentar la corrupción, sino que ha servido para darle visibilidad y se apoya en los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para sostener la afirmación. Según el último barómetro del CIS, un 50% de la población considera que la corrupción y el fraude es uno de los tres principales problemas del país, solo por debajo del paro. Hasta octubre de 2009, solo 1% de la población percibía la corrupción como un problema.
Castigo electoral a la corrupción
El informe del IEB advierte sobre el fenómeno de desafección política que puede causar una alta percepción de corrupción en la administración pública, la amenaza sobre la participación electoral y la caída de la calidad democrática que se deriva. En este sentido, el IEB Report analiza el castigo electoral sobre los casos de mala praxis en la administración pública. Así, según los datos del análisis, los alcaldes implicados en casos de corrupción tienen una pérdida media de entre el 4% y el 6% de sus votos. El porcentaje crece hasta un 14,5% cuando hay una cobertura mediática y una intervención judicial en el caso.
A pesar de estos resultados, el informe considera que el castigo a la corrupción es desigual según la situación económica del país. Así, en ciclos positivos, la población tiende a perdonar situaciones irregulares en las que la comunidad puede lograr un beneficio inmediato, como la estimulación económica durante la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, los políticos y los partidos que a través de la corrupción lograron beneficios estrictamente privados sí perdieron una media del 4,2% de los apoyos, a pesar de la situación de bonanza.
Por otra parte, el informe asegura que los políticos que optan a la renovación de sus cargos tienen menor tendencia a caer en la corrupción. En países como Brasil, con mandatos en ayuntamientos limitados a dos legislaturas, el volumen de recursos públicos sustraídos en municipios es de hasta un 27% mayor en las poblaciones dirigidas por alcaldes que no pueden optar a la reelección.
Elementos de corrección
El IEB Report apunta a la creación de mecanismos de transparencia como una posible medida de control y corrección de la corrupción y recomienda la creación de herramientas tanto de Transparencia Pasiva (dar acceso a archivos y registros administrativos) como de Transparencia Activa (la administración difunde información), como el Portal de Transparencia, activo desde 2014.
En este sentido, el informe aporta un Índice de Transparencia de las Comunidades Autónomas, en el que analiza 80 indicadores sobre la información que las comunidades dan a sus ciudadanos. El índice sitúa a Castilla y León, Cataluña y País Vasco como las tres comunidades más trasparentes (100 puntos sobre 100), mientras que Madrid (65), Murcia (78,8) y Canarias (80) se sitúan en la cola. La media española está en 88,6 puntos, por encima de los 71,5 obtenidos en 2010 y los 79,9 de 2012.
Además de las herramientas de transparencia, el informe considera indispensables para la prevención de la corrupción la existencia de medios de comunicación activos y la consolidación de un poder judicial independiente. En este sentido, el IEB Report recuerda que en España hay 11,2 jueces por cada 100.000 habitantes (10 menos que la media europea) y que el gasto en justicia por habitante es de 32,4 €, por los 60,6€ de media que gastan los ciudadanos europeos.