La atención médica transfronteriza en el marco de la Unión Europea (UE) ha ido en aumento. En virtud de acuerdos preestablecidos entre los países miembros de la UE los ciudadanos de estos países acceden a la atención médica allí donde se encuentren. A diferencia del turismo médico, generalmente buscado por los pacientes a través de su propia voluntad y pagado de su bolsillo, la atención médica transfronteriza en centros de salud públicos a menudo es pagada directamente por el gobierno responsable.
Sin embargo, debido a que las naciones varían en el alcance de la cobertura de salud ofrecida a sus residentes, estos gastos a menudo no son finalmente reembolsados. La carga financiera resultante para algunos países puede ser grande y no recíproca. Ante este panorama; la investigadora del Instituto de Economía de Barcelona (IEB) Judit Vall junto a Catalina Amuedo (University of California-Merced) y Noelia Rivera (Universidad Loyola Andalucía); han analizado la efectividad de una medida legislativa adoptada en la Comunidad Valenciana en enero de 2012 con el objeto de controlar la atención médica transfronteriza.
Usando un completo conjunto de datos administrativos el estudio concluye que la medida llevó a una caída drástica en el número de hospitalizaciones de extranjeros, junto con una reducción de su coste total de aproximadamente 4,8 millones de euros por trimestre. La reducción se produjo de manera uniforme en el género, la edad y el origen de los pacientes, así como en todos los procedimientos, sin cambios significativos en la duración de tratamiento o la mortalidad de los pacientes tratados.