El profesor Adam B. Jaffe (University of Brandeis, EEUU), internacionalmente reconocido por el estudio de la transferencia de conocimiento y la innovación, asegura que “los incentivos para los investigadores y las universidades para buscar aplicaciones comerciales a sus investigaciones son clave para mejorar la contribución de la investigación universitaria al desarrollo”. Jaffe, que abrió el Simposio “Universidad, Innovación y Territorio” (15-16 Septiembre) organizado por el IEB, describió la situación en EEUU, donde, con un buen sistema de incentivos, en 2009 operaban más de 3.500 startups basadas en avances tecnológicos universitarios, la empresa privada invirtió más de 54.000 millones de dólares en investigaciones universitarias y se ingresaron 2.300 millones de dólares por patentes de centros universitarios (en el Estado español 2,6M€). Para mejorar la contribución de la Unviersidad al desarrollo económico, también recuerda que que se necesitan mecanismos de financiación y parques tecnológicos que faciliten el nacimiento de startups.

Pero, más allá de las patentes y los adelantos tecnológicos, Jaffe también recordó que la mayor contribución de la universidad a la sociedad es formar futuros trabajadores muy preparados, y recordó que “una región, ciudad o territorio sin una población activa muy preparada para los puestos de trabajo del siglo XXI no prosperará económicamente en este siglo. ” También advirtió que los recortes mayoritarios y de larga duración en presupuestos de investigación en la Universidad o en la empresa son errores de cara al futuro, que pueden complicar la salida de la crisis.

Adam B. Jaffe hizo estas declaraciones en el Simposio “Universidad, Innovación y Territorio”, celebrado en La Pedrera de Barcelona el 15 y 16 de septiembre, un encuentro donde expertos en innovación, empresarios y responsables políticos debatieron fórmulas para fomentar la contribución de las universidades a la innovación y al desarrollo. El simposio, organizado por el Instituto de Economía de Barcelona (UB), contó con la colaboración de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP) y la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD).