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El impuesto sobre viviendas vacías puede reducir en un 13% la desocupación, según el IEB Report

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  • El caso francés demuestra como el tributo impacta positivamente en el número de primeras residencias disponibles en el mercado y en una reducción de precios
  • Las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes cuentan con una media del 12,3% de casas desocupadas, cuando el porcentaje natural se sitúa sobre el 5%

 

El Instituto de Economía de Barcelona ha publicado una nueva edición del IEB Report, titulada ‘Turismo y gentrificación en ciudades globales: ¿podría ser útil la política fiscal?’, en la que los expertos analizan cómo las grandes ciudades combaten los efectos negativos de la masificación –sea por turismo o por inversiones especulativas- sobre el bienestar de los residentes y el mercado inmobiliario. En su contribución, la investigadora de la universidad Paris Sud, Mariona Segú, extrae los datos sobre la evolución de la vivienda en Francia tras la aplicación del impuesto sobre viviendas vacías y concluye que el tributo “explica un 13% de la disminución de la desocupación”.

En su artículo ‘¿Puede el impuesto a los pisos vacíos mejorar el acceso a la vivienda?’, Segú explica como el tributo “ha aumentado el número de viviendas principales ocupadas, lo que quiere decir que las casas que salieron al mercado no han acabado destinadas a segunda residencia”. Un efecto positivo que se suma al hecho de que, a medio plazo, el impuesto no parece haber afectado a la nueva construcción.

Sin embargo, la investigadora aporta contexto teórico. “Si bien a corto plazo se crean incentivos para sacar viviendas al mercado y, así, reducir precios, a la vez se reducen los incentivos para invertir en inmuebles, por lo que, a largo plazo, la oferta podría volver a reducirse y volverían a aumentar los precios”.

La investigadora destaca que un impuesto así podría ser útil en un país como España, en el que las ciudades con más de 50.000 habitantes tienen una media del 12,3% de casas desocupadas, cuando el porcentaje natural, según los expertos, se sitúa sobre el 5%. Sin embargo, existen dificultades intrínsecas en su aplicación. “Los municipios españoles pueden imponer un recargo del 50% al impuesto sobre bienes inmuebles en viviendas desocupadas, pero a la práctica no se aplica por la dificultad de definir legalmente lo que se entiende por casa vacía”, advierte.

Impuestos turísticos variables
El investigador del IEB, José María Durán, por su parte, dedica el artículo ‘Los impuestos turísticos sobre las pernoctaciones: una opción a valorar en el ámbito local’ al análisis del impuesto turístico como herramienta de compensación a los costes derivados del turismo. “Este tributo recae, especialmente, sobre las pernoctaciones de hoteles y está siendo utilizado por gobiernos locales para aumentar sus ingresos y, a la vez, internalizar los costes sociales derivados del turismo”, explica.

El experto destaca los casos de Venecia y Milán, que aplican un impuesto variable en función de la época del año y de la situación del alojamiento. “En las zonas más alejadas del centro de Venecia se aplican rebajas de hasta el 30%, y en enero el tributo se reduce en ese mismo 30% en toda la ciudad”, explica. El caso de Milán está condicionado por las características de la ciudad. “El peso del turismo, en este caso, es menor, pero es un destino de primer orden en congresos, ferias y negocios. Por eso, cuando la estancia se produce en el marco de un congreso de importancia, los tipos impositivos se reducen en un 50%”.

En España, a pesar de que el turismo supera el 11% del PIB, la actual normativa de las haciendas locales no prevé la aplicación del impuesto, por lo que comunidades como Baleares y Cataluña lo han introducido como impuesto autonómico. Sin embargo, los gobierno locales no pueden regularlo tal y como lo hacen las ciudades italianas citadas.

Finalmente, los investigadores del IEB, Albert Solé y Elisabet Viladecans, apuntan a que la crisis de acceso a la vivienda que sufren muchas grandes ciudades europeas se explica, en buena parte, por “los efectos derivados de los no residentes –turistas y especuladores inmobiliarios-“, pero no solo por eso. En su editorial ‘Fiscalidad, turismo y especulación inmobiliaria en las grandes ciudades’ cita el aumento de la propia demanda local de alquiler, de la demanda residencial de extranjeros por el atractivo de las ciudades, la falta de oferta de suelo, una regulación urbanística contraria a la construcción y la falta de vivienda social como elementos clave para explicar el aumento de precio de los inmuebles de las grandes urbes.